La caída de un titán
- lacaidadeljazz
- 26 may 2019
- 10 Min. de lectura
Actualizado: 27 may 2019
Marc Laurency
Víctor Pérez
Hugo Sánchez
Marina Torras
El jazz ha sido y es uno de los géneros más importantes de la historia de la música, pero a nivel comercial en los últimos años ha decaído en países como España, donde predominan en las listas de éxitos géneros como el pop o el reggaeton. Expertos y músicos del género muestran distintas visiones de la situación actual del jazz y hablan sobre un posible resurgir o una decadencia del género.
Los datos
A simple vista los números son desesperanzadores. El informe anual de Spotify en España no incluye al jazz entre sus géneros más escuchados ya que este puesto está ocupado por otros como el reggaeton. El Music Consumer Insight Report, elaborado cada año por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, nos ofrece cifras similares. En países como China la música pop ocupa el lugar del género más escuchado. Ni rastro del jazz.
Expertos en la materia como Seth Colter Walls (periodista de "The Guardian") contradicen a los datos y ofrecen en los medios de comunicación una visión más optimista de lo que depara al jazz, ya que se atreven a afirmar que el género está entrando en una nueva época dorada gracias a la aparición de una nueva generación de jóvenes músicos emergentes que le están dando un lavado de cara.
La opinión de los expertos
Existe una diversidad muy grande de opiniones entre académicos y estudiosos del jazz en lo que se refiere a la caída y posible resurgir del género.
Francesc Cortés, musicólogo y profesor de la UAB, en primera instancia nos habló sobre cómo el hecho de identificarse con un género es lo que hace que la sociedad o un grupo social adopte un género musical o no. Francesc opina que el jazz no ha sufrido una caída sino que está en una situación de estabilidad. Según explica, el jazz y la cuestión generacional tienen mucho que ver. “Muchos jóvenes de antaño se interesaron por el jazz y se metieron dentro de la esfera del género por sus tintes vanguardistas. Estos jóvenes ahora tienen alrededor de sesenta años y para arriba” afirma Cortés.
Francesc también habla de otros géneros musicales para describir el jazz, como el pop o la música disco, géneros especialmente comerciales y de consumo y que según Cortés están en las antípodas del jazz. “El jazz puede ser un género de gran consumo, pero cuidado porque detrás hay un tipo de exquisitez alternativa”. Además, habla de cómo la gente que no tiene una formación previa o no ha escuchado jazz con anterioridad no les gusta mucho el género.
En lo referente al futuro del jazz, Cortés opina que el género tendrá un resurgir relacionado con una cuestión, de nuevo, generacional, ya que se están creando muchas escuelas especializadas en el género haciendo que los jóvenes quieran aprender a estudiar música de una forma alternativa y diferente a los métodos clásicos de solfeo. “Ahora en el ámbito académico de la música en Cataluña, el jazz es un género que ya está metido dentro de los estudios, cosa que hace veinte años no ocurría”.
En un estudio realizado por la Universidad de Birmingham y Palo Alto se llegó a la conclusión de que las personas que escuchaban jazz tenían un coeficiente intelectual superior al de las personas que frecuentaban otros géneros musicales. Cortés cree que esto tiene más relación con la elección personal que con el coeficiente intelectual de los oyentes de distintos géneros musicales. “Escuchar jazz no es tan fácil como escuchar otro tipo de repertorio, y sobretodo determinados estilos de jazz. Hay estilos musicales que a nivel tonal son muy fáciles y simples y que tímbricamente son muy clavados. Una obra de jazz nunca la sentirás igual”, explica Cortés. Añade que el jazz requiere un bagaje superior a otros géneros.
“El jazz puede ser un género de gran consumo, pero cuidado porque detrás hay un tipo de exquisitez alternativa”
Por último, Cortés explica que las nuevas plataformas y las nuevas tecnologías tendrían que ayudar sobre el papel a que el jazz se viera beneficiado, pero debido a que una parte de músicos de jazz cuando deciden registrar sus piezas musicales quieren que sea en unas condiciones determinadas y no de cualquier manera, hace que el porcentaje de música jazz en la red sea más reducido en comparación con otros tipos de música que no requieren de un gran trabajo para grabar.
Carlos Salazar, musicólogo y profesor de la ESMUT (Espai Musical de Terrassa), difiere un poco de Francesc Cortés en algunas cuestiones que afectan al jazz. Según un estudio realizado por el psicólogo Bertrand Roger sobre la relación entre estilos de música y personalidad, las personas que escuchan jazz son más creativas, amables, extrovertidas y con una autoestima más alta. Salazar opina que el acceso a la música tiene mucho que ver con la cultura, y eso puede influir en que según de qué entorno viene una persona escuche un tipo de música u otro. Estilos como el jazz, música clásica, blues, etcétera se han asociado tradicionalmente a entornos más enriquecidos culturalmente, que podría equipararse a más coeficiente intelectual también, tal y como apunta Francesc Cortés. En cambio, estilos como el reggaeton suelen ser más accesibles en entornos donde acceder a la cultura no es tan fácil, y más si la letra es mucho más sencilla y repetitiva. “También es cierto que el jazz es una música muy viva, es decir, el que la toca necesita de una gran habilidad. Por eso, no es de extrañar que los músicos de jazz sean más creativos o extrovertidos, porque necesitan de estas características para tocar el género”.

Además, Salazar cree que en todo caso, si el estudio pudiese ser demostrado científicamente, serían las personas con las características mencionadas anteriormente las que voluntariamente accederían al jazz, no a la inversa. Es decir, en ningún caso el estilo de música que escuchas puede cambiar tu personalidad, no por dejar de escuchar jazz y empezar a escuchar heavy metal bajará tu autoestima.
“Identidad” es la palabra que más usa Salazar para referirse a la razón por la cual la música es tan importante para nosotros. “La música forma parte de nuestra vida”. Nos permite formar una identidad dentro de un grupo social, ese es el motivo por el cual seleccionamos nuestro gusto musical en la adolescencia. Concretamente en la franja de los 14 a los 26 años, según el mismo estudio del psicólogo Bertrand Roger. “Acostumbramos a relacionarnos con gente que comparte nuestro mismo gusto musical para sentirnos parte de algo, de un grupo social” manifiesta Salazar.
Igual que Cortés, Salazar no cree que el jazz esté en decaída o incluso vaya a desaparecer. Al contrario. Según su visión, cada vez se irá expandiendo más por todo el mundo. “No van a dejarlo morir. Hay miles de escuelas que crean clases para enseñar jazz, igual que salones especialmente dedicados a él. Lo mismo sucede con la música clásica, no va a dejar de escucharse porque hay gente que lucha por ello”. Añade que aunque sean estilos de música minoritarios, porque nunca van a alcanzar las visitas que tienen los videoclips de música pop actualmente en Youtube u otras plataformas, igualmente son más escuchados ahora que cuando no existía Internet. “Hablando de Mozart, hay más gente que escucha sus obras ahora en un día que en toda la vida del artista”.
“El jazz es una música muy viva, el que la toca necesita de una gran habilidad. No es de extrañar que los músicos de jazz sean más creativos o extrovertidos"
En el ámbito de la docencia, Manel Musso, profesor de la Escuela de Música Lourdes de Barcelona, define el jazz como un género que está en constante evolución. Para él, el jazz es una música contemporánea en el sentido estricto de la palabra. Es un tipo de música que se está interpretando, que existe en los auditorios, en las programaciones, y continúa evolucionando.
En su opinión, el jazz es un género musical que está creciendo entre los jóvenes, especialmente variantes del jazz como por ejemplo el Jazz Manouche. Opina que a diferencia de hace 20 años, los jóvenes se pueden formar como intérpretes de jazz desde edades tempranas. Pone de ejemplo a los jóvenes intérpretes salidos de escuelas de jazz cómo Joan Chamorro y Andrea Motis.
Por su parte, Oriol Barberà, guitarrista y profesor de la Academia Musical UME (Unión Musical) de Barcelona, se muestra optimista respecto al futuro del jazz. “El jazz no morirá. La gente continuará escuchando y haciendo jazz porque es un género que gusta mucho a la gente, aunque no se incentive por parte de instituciones u otros organismos oficiales.” A su vez, opina que el jazz sigue gozando de buena salud. Muestras de ello son los Festivales de Jazz de Barcelona y Terrassa o Django Reinhardt en París a nivel europeo.
Jordi Álvarez Moretó, profesor de la Escuela de Música “Amtu” en Ullà (Gerona) y músico define el jazz como una expresión del individuo. En su opinión, el jazz es todavía un género minoritario que se está adaptando a los nuevos mercados actuales. Resalta que han habido cambios a la hora de consumir música jazz gracias a Internet, pero si alguien quiere disfrutar del jazz en directo, se hace de la misma forma que hace veinte años. Sin embargo, los nuevos cambios tecnológicos han influido en la industria musical y artística.
Considera que el hecho de que haya nuevas plataformas y redes sociales para difundir la música jazz es un recurso muy potente y una forma de hacer accesible el jazz a más público. Opina que el jazz añade un punto de espontaneidad que no tienen otros géneros y lo compara a su vez con el flamenco, porque comparten matices a nivel de improvisación. Desde su punto de vista, el público de jazz tiene unas características determinadas y lo compara con el público de la música clásica. Manifiesta además que se tiene que adaptar a la sociedad.

Cree que la evolución del jazz dependerá de la capacidad de la sociedad en mejorar el acceso a la formación musical de este género, además de incentivarla en su conjunto. Se debería incrementar la financiación a través de invertir en más escuelas de música para hacer accesible la música al máximo de alumnado posible. A pesar de ello, es contundente al decir que “el jazz es imparable”. Sus palabras reflejan, pues, su optimismo sobre el resurgimiento de este género musical que, a su parecer, nunca ha sido mayoritario.
La opinión de los músicos
Desde el punto de vista de los propios protagonistas de la escena la situación del jazz cambia bastante. Muchos de ellos coinciden en que el género está en constante evolución y en que está en proceso de transformación, mientras que otros no son tan optimistas al respecto.
Para el batería catalán Pere Foved el jazz no es un género muerto. Cree que está en constante evolución, aunque reconoce que se está quedando un poco apartado del escenario musical actual. “Debemos buscar maneras para que la gente joven conecte más con el género. Todo está cada vez más enfocado a los singles y ya casi no se escuchan discos enteros. Ahora todo funciona de otra manera y la industria está más centrada en productos para consumir rápido”. Para él, el jazz se tiene que degustar y disfrutar con calma.
Atenea Carter, cantante y compositora de jazz, opina que el jazz está yendo hacia arriba gracias a Internet y la globalización. “No sé si es que me influye mi ciudad (Terrassa), pero creo que cada vez hay más músicos de jazz y que la gente conoce más el género de primera mano”. Además, cree que el jazz se está mezclando con otros estilos musicales.

Para Lluís Coloma, considerado uno de los pianistas más importantes y virtuosos de Europa en la actualidad, el jazz no ha muerto, sino que ha evolucionado. Según Lluís, las músicas cambian con el tiempo y pone el ejemplo del boogie woogie, el género que más domina. “Aquellos que dicen que el jazz u otros géneros han muerto lo dicen porque no se han dignado a escucharlos”
“Debemos buscar maneras para que la gente joven conecte más con el género. El jazz se tiene que degustar y disfrutar con calma".
Desde el mismo mundo del piano en el jazz otros compositores como Albert Bover tienen un punto de vista más agridulce. Bover nos habla del momento actual del jazz citando la frase del legendario músico Frank Zappa, “el jazz no está muerto, pero huele raro”. Albert piensa que la clave para que la gente que piensa que el jazz está muerto se dé cuenta de lo grande que es son los conciertos en vivo. “Pueden ponerse un video en Youtube pero no es lo mismo. En la música en directo hay algo especial… ese ambiente. Que vayan y escuchen distintos tipos de jazz, que encuentren su estilo favorito. El jazz está tocado pero ni mucho menos es su fin”.
Las ventas de jazz
El mayor indicador de popularidad de un género musical ha sido desde mediados del siglo XX el número de discos vendidos. Este dato ha variado mucho (en todos los estilos musicales) debido a la aparición de nuevas plataformas de distribución de música como Spotify, YouTube o ITunes. Estas tiendas virtuales acaparan el grueso de ventas de la escena actual, pero el disco sigue siendo unos de los pilares fundamentales de la industria musical, y también lo es desde luego para el jazz.
Después de hablar con la comercial de la sección musical del Corte del Inglés de Plaza Catalunya hemos podido constatar que la sección dedicada al Jazz es bastante reducida aunque las ventas no sean muy frecuentes. Entre las novedades más destacadas se exponen desde músicos de jazz norteamericanos clásicos como Louis Armstrong o Miles Davis, pasando por grupos que nos recomendaron nuestros músicos y expertos en jazz entrevistados como Chick Corea + Steve Gadd Band, así como artistas de las nuevas generaciones como Andrea Motis. Nos llamó la atención que algunos cds especificaban en la carátula que se trataba de “mod jazz”, es decir, de jazz moderno. El precio de los cds para la venta al público oscila entre 7,99 € y 28,99 €.

En la sección dedicada al jazz en el FNAC de Plaza Cataluña de Barcelona encontramos las novedades más recientes del jazz a nivel mundial y discos de jazz clásico. En la parte superior de cada panel se anuncian los títulos de las diferentes subsecciones musicales. Sorprende que haya 5 paneles enteros de jazz y uno dedicado al jazz vocal - crooners. El comercial del FNAC entrevistado afirmó que las ventas van viento en popa a toda vela en la sección. También nos confirma que el perfil de comprador más asiduo es de mediana edad con algunas excepciones ya que algunos jóvenes muestran interés por este género musical.
En cuanto a los artistas que destacan en las distintas secciones encontramos a clásicos músicos de jazz tales como Ella Fitzgerald, Miles Davis, Django Reinhardt, Duke Ellington, Blue Monk, John Scofield y Joel Harrison,entre otros muchos artistas reconocidos de todo el mundo.

Entre la sección de jazz del Corte Inglés y la sección del FNAC, cabe resaltar que hay una diferencia abismal en la oferta de cara al público en ambos centros comerciales. La oferta más extensa y variada la ofrece el FNAC. No obstante, la oferta de la sección del Corte Inglés, aunque modesta en dimensiones, es de calidad elevada porque se ha llevado a cabo una selección de cds y vinilos actualizada.
Por lo que respecta a las ventas, tanto la comercial del Corte Inglés como el comercial consultado en el FNAC de Barcelona exponen que la mayoría de compradores se decantan por comprar cds y no discos de vinilo que resultan más caros de compra.
Es difícil determinar cuándo un género ha muerto o cuándo está en su mejor momento. Todos los expertos coinciden en que la música jazz se está transformando constantemente y en que, además, las ventas de discos quizá no sean el mejor indicador para determinar cómo de popular es un género. Quizá lo único que nos queda es verlo resurgir, verlo volver a nacer y convertirse en lo que alguna vez fue.
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