“Cuando tocas jazz nunca sabes cómo va a acabar”
- marinatorras1999
- 29 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 30 mar 2019
Marina Torras Cayuela
Sunyol. Un nombre procedente del alemán, que significa fuerza; y del coreano, dónde se extienden sus raíces, que significa curioso y único. Y así es nuestro personaje: con tan sólo 21 años y en 4 bandas musicales de diferentes géneros, aprendiendo a tocar la guitarra a los 6 años. “Siempre me ha apasionado la música, la llevo dentro”. Así es Sunyol Cortadella.
A pesar de que asegura que la dedicación musical no reside en su familia, confiesa que de pequeño creció escuchando música de clásicos franceses como Édith Piaf con Rien de Rien que le ponía su madre. Procedente de Corea pero estudiante de la universidad del norte de Francia hacía escuchar a su hijo grandes artistas. Así fue cómo le inculcó su base de gusto musical, que se fue transformando a lo largo de los años hasta que descubrió a Jimmi Hendrix, “y ahí sí que ya lo flipé, me captivó totalmente”.

Sunyol siempre ha tenido claro que quería dedicar su vida a la música, pero nunca le había dado tanta importancia como ahora. “En mis años de estudiante de Bachillerato puse el instinto musical en segundo plano”. Convencido de que necesitaba cursar una “carrera segura” empezó arquitectura. Sin embargo, al año la dejó: “No me veía a mí mismo con 40 años diseñado edificios, me veía tocando en el Camp Nou y cobrando como un futbolista”, bromea, con el aire desenfadado que le caracteriza. De arquitectura pensó a pasarse a cine e incluso a periodismo, hasta que se matriculó en filosofía. Aún así, tampoco ha acabado de convencerle: “Llevo la carrera a un ritmo muy light, mi intención es apuntarme al Taller de Músics el año que viene”, afirma, refiriéndose a una escuela especializada en jazz en Barcelona. También estudia música en Terrassa, en el Aula de Música. Por mucho que quisiese hacer de la música su modus vivendi, todavía no es posible, por eso para mantenerse trabaja de camarero y de profesor de guitarra.
Actualmente forma parte de 4 bandas musicales: de jazz, de rock indie, de funk y de blues. Activamente toca con las dos primeras, en la de jazz toca el saxofón y en la de rock indie la guitarra eléctrica. Con ambas se reúnen normalmente una vez a la semana para ensayar. “Menos si se acerca algún bolo, entonces hasta lo triplicamos”. A pesar de no tener prácticamente tiempo libre, siempre encuentra un hueco para la música. Ante la realidad de manejar tantos estilos distintos no se siente abrumado; al contrario. Expresa que cada género tiene su punto y que hay que saber encontrarlo para disfrutar al 100% con cada uno.
Sunyol toca varios instrumentos: la guitarra, el bajo, el saxofón y el piano.
Lo que más le apasiona del jazz es la improvisación que lo caracteriza. “Te dejas llevar por el momento, suena la base musical y tú tocas encima”. Lo afirma sonriendo mientras lee la partitura de Chasing the Bird, de su famoso ídolo Charlie Parker, saxofonista. “Es un Dios para todos. Más que un Dios, es un virtuoso”. En el entorno del jazz también tiene como ídolos a Dean Brown, guitarrista estadounidense al que vio en directo en el 38 Festival de Picnic Jazz de la ciudad de Terrassa, y Thelonious Monk, “uno de los mayores pianistas de la historia”. Destacan otros artistas a los que admira de rock & roll, como el mencionado anteriormente Jimmi Hendrix, y los grupos Led Zeppelin o Pink Floyd. El jazz y el rock son de los géneros musicales que más apasionan a Sunyol, aunque enfatiza una distinción: “Cuando tocas jazz nunca sabes cómo va a acabar. Una canción de rock si empieza alegre será toda alegre, en cambio una canción de jazz puede empezar siendo alegre y acabar siendo triste. Es impredecible”. De música clásica le fascina Erik Satie.
Sunyol afirma que hay dos tipos de músicos de jazz: los puristas y los experimentales. Los primeros, tal y cómo lo indica el nombre, se dedican a tocar puramente jazz, como Dean Brown. Los experimentales o abiertos, en cambio, juegan con mezclarlo con otros estilos varios como el funk, el género musical predilecto de Sunyol, como la conocida Aretha Franklin. ¿Y nuestro protagonista dónde se clasificaría? Siendo tan multifacético y dedicándose a diversos géneros, no podía considerarse otra cosa que experimental.
La banda de rock indie de Sunyol se apoda “Sunny girls”. Comenzó hace años a raíz de varias amistades en la Universidad y actualmente cada uno de sus miembros ha evolucionado y crecido como músico, hasta el punto que dan sus propios conciertos en diferentes clubs y bares. Curioso es que tal y cómo comenta Sunyol, todos los participantes de esta banda también tienen que ver con el jazz, ya sea porque forman o han formado parte de bandas de este estilo. Es por eso que todas sus canciones se impregnan un poco de este género, especialmente temas de los 80. Componen sus propias canciones aparte de tocar covers, e incluso van a participar en un concurso en la Sala Apolo. “Estoy muy emocionado, ya es algo grande”, las ganas de darlo todo en el escenario se reflejan en los ojos de nuestro protagonista.

Hablando del futuro, Sunyol se ve a sí mismo dedicándose a lo que le mueve, le apasiona: la música. “Si no es tocando será en producción musical. En este campo se involucraría más la informática, pero aun así seguiría en contacto con el arte de la música”.
Con tan sólo 21 años, 4 bandas musicales, tocando 4 instrumentos y empezando a ganar dinero con su pasión. Sunyol nos transmite a todos una sensación de fuerza y perseverancia la vez que nos enseña una valiosa lección: nunca hay que poner límites a uno mismo.
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