Lluís Coloma: "Para mí el piano sigue siendo como un juguete"
- lacaidadeljazz
- 29 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 30 mar 2019
Hugo Sánchez
Existen muchos músicos allá fuera que capturan con su arte el sonido glorioso del jazz, y Lluís Coloma es sin lugar a dudas uno de ellos. Proveniente de Barcelona, es el líder del Lluís Coloma Trio, formado por Manolo Germán (al contrabajo), Marc Ruiz (a la batería) y él mismo al piano. Toca y domina una gran variedad de estilos más allá del jazz, como el boogie woogie, el blues o hasta el rock & roll. Está considerado uno de los pianistas más importantes y virtuosos de Europa en la actualidad.
Lluís me recibe en el piso subterráneo de la coctelería Milano, en pleno centro de Barcelona. Había tocado el día anterior en uno de los espectáculos que cerraban el Festival de Jazz de Terrassa pero, pese a su apretada semana, ha conseguido hacerme un hueco en su agenda. Sentado en un sofá al lado de un gran piano de cola le veo trabajar con su ordenador. Me saluda con la mano y me invita a acercarme. Se prepara para la actuación de esa misma noche.
Empiezo a conversar con él y me transporta a sus inicios en el mundo de la música. Desde pequeño había sentido una atracción innata hacia el piano que había en casa de su abuela. A los 9 años empezó a tocar y a experimentar frente al teclado.
"Para mí el piano sigue siendo como un juguete. La música todavía es como un juego"
Al principio aprendía solo e intentaba inventarse melodías. Más tarde empezaría clases formales con un profesor de música, quien le diría desde un principio que tenía facultades en esta disciplina. Puedo ver la expresión de ilusión en sus ojos cuando me habla de porqué el piano es el instrumento definitivo: puede llevar el ritmo, la melodía y la harmonía a la vez. Además, afirma que aporta un gran elemento percusivo en la música. No es el único instrumento que domina, pues también tiene conocimientos de guitarra, de trompeta y del órgano Hammond (cuyo teclado es idéntico al del piano).

Le pregunto por su profesión y me comenta que nunca ha vivido de algo que no sea la música. Estudió Ingeniería Industrial pero lo que realmente quería hacer (e hizo) era sentarse frente a un piano y tocar. A pesar de esto, me confiesa que la vida del músico no es nada fácil. Estar constantemente de gira y enfrentarse cada noche a un público crítico es una tarea difícil y, definitivamente, no para cualquiera.
Lluís Coloma no puede elegir entre tocar sus piezas o rememorar las de otros artistas, de la misma forma que tampoco puede elegir entre tocar o consumir música. Coloma escucha todo tipo de música. Empezó desde muy pequeño a escuchar música clásica y a medida que fue creciendo se acercó a otros géneros como el rock & roll. Su ídolo entonces era Jerry Lee Lewis. Cuando en 1989 vio la película 'Great Balls Of Fire' (biopic del músico estadounidense) se dio cuenta de lo que alguien era capaz de hacer delante de un piano (con mucha práctica y dedicación). Lee Lewis desde entonces se convirtió en un modelo de pianista para él (aunque deja caer en tono humorístico que no en un modelo de conducta).
En medio de nuestra conversación me fijo en sus peculiares calcetines, que representan las teclas de un piano. 'Los compré en San Francisco', me indica entre risas. Lluís Coloma ha dado la vuelta al mundo con su música y ha tocado con grandes profesionales de fama internacional de la talla de Carl Sonny Leyland o Sax Gordon. De entre todos estos artistas me habla especialmente de su amistad con Bob Seeley, legendario pianista de boogie woogie estadounidense. Seeley tiene ya unos años (nació en 1928) y Lluís afirma que este ha tocado con las más grandes figuras del boogie woogie de la historia.
El corazón de Lluís (tal como me deja claro durante toda la entrevista) reside en su totalidad en la música y, especialmente, en la música en directo.
"Cada vez que se toca en directo es diferente. Los artistas más populares se limitan a reproducir aquello que se oye en el disco, no tocan nada nuevo"
Lluís reivindica lo auténtico, lo puro. Opina que la música sirve para rememorar momentos, y el directo lo hace todavía más especial. Cuando Coloma toca recuerda a personas y vivencias, y lo hace con mucho cariño. Se acuerda de Seeley, de su familia, de sus amigos... La música tiene ese elemento mágico que a todos nos atrae.

Nuestra conversación deriva rápidamente a dónde le quiero llevar y le hago la pregunta de oro: ¿Ha muerto la música jazz? Su respuesta es igual de contundente que mi pregunta. Para Coloma el jazz no ha muerto, sino que ha evolucionado. Las músicas cambian con el tiempo y me pone el ejemplo del boogie woogie, su género favorito y el que más domina. Tiene claro que aquellos que dicen que el jazz u otros géneros han muerto lo dicen porque no se han dignado a escucharlos. Me recuerda la frase que su viejo y sabio amigo Bob Seeley siempre suele decir: "El boogie woogie no gusta a nadie, solamente al público".
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